martes, 4 de agosto de 2009

EL VÉRTIGO


Definición

Sensación de falta de estabilidad o de desconocer cuál es nuestra situación en el espacio, rotatoria, que suele ir acompañada de nauseas, vómitos, y falta de estabilidad para desplazarnos.


En una inmersión es posible que se produzcan vértigos causados por diferentes problemas fisiológicos, en la mayoría de los casos estos problemas vienen derivados de un estado anómalo del oído.

Las causas probables pueden ser las siguientes:

  • Fisura de la membrana timpánica.
  • Otitis, tanto incipiente como mal curada.
  • Catarro.
  • Sinusitis aguda.
  • Infecciones de oído medio e interno.
  • Traumatismos en la cabeza
  • Algunos virus.
  • Algunos medicamentos
  • Falta de riego sanguíneo
  • Tumores del nervio acústico
  • Desequilibrio súbito térmico o de presión.
Cualquiera de estas causas podrá afectar al oído interno, en esta parte es donde se controla el sentido del equilibrio, y si este órgano no trabaja correctamente el cerebro dejará de recibir las impresiones sensoriales que le indican la posición en el espacio y esto nos hará perder el equilibrio y la orientación.

Los síntomas más característicos son:

  • Dolor agudo en el oído.
  • Silbido o pitido agudo.
  • Ceguera parcial o total de corta duración.
  • Sensación de mareo o desorientación.
Cuando se presenta Vértigo el buceador se encontrará en una posición bastante crítica, ya que no podrá valerse por si mismo para solventar la situación y se verá girando en círculos siendo incapaz de orientarse ni siquiera para poder realizar un ascenso a superficie, en este caso es imprescindible la presencia de un compañero que esté atento y pueda socorrernos antes de que se nos agote el aire o por un ataque de ansiedad entremos en pánico.

El Vértigo no es un problema que se presente frecuentemente pero la posibilidad de que ocurra existe y no debe ser ignorada.

En caso de que nuestro compañero "esté a por uvas" y necesitemos terminar la inmersión inmediatamente a causa de un ataque de vértigo la mejor opción es intentar mantener la cabeza fría, tranquilizarnos, y cerrando los ojos de forma inmediata, manteniendolos cerrados intentar ganar la superficie lo más tranquilamente posible, es decir, sin correr, sin prisa, para evitar así otros problemas añadidos. Esto lo lograremos claro está siempre que estemos realizando la inmersión en espacios abiertos, es decir, mientras que no estemos en una cueva o en el interior de un pecio.

Para evitar este problema lo mejor es no sumergirse con problemas de oído y resfriados. (También es aconsejable no hacerlo si estamos bien pero estos problemas los hemos sufrido recientemente)

Compártelo Share/Save/Bookmark

No hay comentarios:

Publicar un comentario